
《一千零一夜》连载二十三.docx
21页《一千零一夜》连载二十三PERO CUANDO LLEGó LA 39a NOCHEElla dijo:He llegado a saber; ¡oh rey afortunado! que el eunuco Kafur prosiguió de este modo el relato de su historia:“Entonces corrí al jardín, mientras que las mujeres y todos los demás se dirigían a casa del walí para contarle lo ocurrido. Y el walí se levantó y montó a caballo, llevando consigo peones que iban cargados de herramientas, sacos y canastos, y todo el mundo emprendió el camino del jardín siguiendo las indicaciones que yo había suministrado.Y yo me cubrí de tierra la cabeza, empecé a golpearme la cara y llegué al jardín gritando: “¡Ay mi pobre ama! ¡Ay mis pobres amitas! ¡Ay! ¡Desdichados de todos nosotros!” Y así me presenté entre los comensales. Cuando mi amo me vio de aquella manera, cubierta la cabeza de tierra, aporreada la cara y gritando: “¡Ay! ¿Quién me recogerá ahora?, ¿Qué mujer será tan buena para mí como mi pobre ama?”, cambió de color, le palideció la tez, y me dijo: “¿Qué te pasa, ¡oh Kafur!? ¿Qué ha ocurrido? Dime.” Y yo lecontesté: “¡Oh amo mío! Cuando me mandaste que fuera a casa a pedirle tal cosa a mi ama, llegué y vi que la casa se había derrumbado, sepultando entre los escombros a mi ama y a sus hijas.” Y mi amo gritó entonces: “¿Pero no se ha podido salvar tu ama?” Y yo dije: “Nadie se ha salvado, y la primera en sucumbir ha sido mi pobre ama.” Y me volvió a preguntar: “¿Pero y la más pequeña de mis hijas tampoco se ha salvado?” Y contesté: “Tampoco.” Y me dijo: ¿Y la mula, la que yo suelo montar, tampoco se ha salvado?” Y dije: “No, ¡oh amo mío! porque las paredes de la casa y las de la cuadra se han derrumbado encima de todo lo que había en la casa, sin excluir a los carneros, los gansos y las gallinas. Todo se ha convertido en una masa informe debajo de las ruinas. Nada queda ya.” Y volvió a preguntarme: “¿Ni siquiera el mayor de mis hijos?” Y respondí: “¡Ay! ni siquiera ese. No ha quedado nadie con vida. Ya no hay casa ni habitantes. Ni siquiera quedan ya rastros de ello. En cuanto a los carneros, los gansos y las gallinas, deben ser en este momento pasto de los perros y los gatos:”Cuando mi amo oyó estas palabras, la luz se transformó para él en tinieblas; quedó privado de toda voluntad; las piernas no le podían sostener; se le paralizaron los músculos y se le encorvó la espalda. Después empezó a desgarrarse la ropa, a mesarse las barbas, a abofetearse y a quitarse el turbante. Y no dejó de darse golpes, hasta que se le ensangrentó todo el rostro. Y gritaba: “¡Ay mi mujer! ¡Ay mis hijos! ¡Qué horror! ¡Qué desdicha! ¿Habrá otra desgracia semejante a la mía?” Y todos los mercaderes se lamentaban y lloraban como él para expresarle su pesar, y se desgarraban las ropas.Entonces mi amo salió del jardín seguido de todos los convidados, y no cesaba de darse golpes, principalmente en el rostro, andando como si estuviera borracho. Pero apenas había transpuesto la puerta del jardín, vio una gran polvareda y oyó gritos desaforados. Y no tardó en ver aparecer al walí con toda su comitiva, seguido de las mujeres y vecinos del barrio y de cuantos transeúntes se habían unido a ellos en el camino, movidos por la curiosidad. Y todo el gentío lloraba y se lamentaba.La primera persona con quien se encontró mi amo fue con su esposa, y detrás de ella vio a todos sus hijos. Y al verlos se quedó estupefacto, como si perdiera la razón, y luego se echó a reír, y su familia se arrojó en sus brazos y se colgó a su cuello. Y llorando decían: “¡Oh padre! ¡Alah sea bendito por haberte librado!” Y él les preguntó: “¿Y vosotros? ¿Qué os ha ocurrido?” Su mujer le dijo: “¡Bendito sea Alah, que nos permite volver a ver tu cara, sin ningún peligro! ¿Pero cómo lo has hecho para salvarte de entre los escombros? Nosotros ya ves que estamos perfectamente. Y a no ser por la terrible noticia que nos anunció Kafur, tampoco habría pasado nada en casa.” Y mi amo exclamó: “¿Pero qué noticia es esa?” Y su mujer dijo: “Kafur llegó con la cabeza descubierta y la ropa desgarrada, gritando; “¡Oh mi pobre amo! ¡Oh mi desdichado amo!” Y le preguntamos: “¿Qué ocurre, ¡oh Kafur!?” Y nos dijo: “Mi amo se había acurrucado junto a una pared para evacuar una necesidad, cuando de pronto la pared se derrumbó y le enterró vivo.”Entonces dijo mi amo. “¡Por Alah! Pero si Kafur acaba de venir ahora mismo gritando: “¡Ay mi ama! ¡Ay los pobres hijos de mi ama!” Y le he preguntado:' ¿Qué ocurre, ¡oh Kafur!? Y me ha dicho: “Mi ama, con todos sus hijos, acaba de perecer debajo de las ruinas de la casa.”Inmediatamente mi amo se volvió hacia donde estaba yo, y vio qué seguía echándome polvo sobre la cabeza, y。












